Cofradia de Jesus Nazareno





































Los dominicos tenían fundado en Lucena su convento a comienzos del último cuarto del Quinientos, en la ermita de Santa Catalina, con el titulo de San Pedro Mártir. Al parecer por aquellos años y vinculada a la citada orden religiosa que existía en Lucena la cofradía del Gran Poder de Dios y Descendimiento, quizás relacionada con la que con este ultimo titulo radicaba en Córdoba en el convento dominicano de San Pablo en esa misma época. Esa cofradía lucentina venia efectuando el Viernes Santo en su tarde la ceremonia del Descendimiento con la imagen de un Cristo de brazos articulados.El último cuarto del siglo XVI ve nacer las cofradías de nazarenas, cuyo rasgo diferencial en relación con las cofradías de disciplinantes es el de llevar sus penitentes una cruz sobre el hombro. Este modo penitencial lo recogen aun las Ordenanzas de la archicofradía lucentina de 1787. Otra característica de estas cofradías es la realización de su desfile procesional presidido por la imagen de Nuestro Padre Jesús Nazareno en la madrugada del Viernes Santo.Lucena erige su cofradía nazarena el 14 de mayo de 1599. Se trata de una continuación de la del Gran Poder, por cuyas constituciones se regirá la recién creada, hasta la aprobación de unas nuevas por el obispo Francisco de Reinoso en septiembre del año últimamente citado.El primer hermano mayor de la nueva cofradía fue Juan Fernández de Angulo, miembro de una conocida familia de elite local. Los cofrades se fijan desde el primer momento su independencia respeto de los frailes dominicos y acuerdan encargar las insignias que la dicha cofradía a de tener.La primera vez que esta cofradía recorrió las calles de Lucena fue el Viernes Santo, 9 de abril, de 1599. El itinerario queda establecido en función de las iglesias y conventos lucentinos: San Pedro Mártir, Convento de dominicas de Santa Ana, iglesia de Santiago, iglesia mayor de San Mateo, convento de Franciscanos y San Pedro Mártir. Su paso por el convento de carmelitas descalzos tendría lugar a partir de 1605. A lo largo de sus cuatro siglos de historia recorrido de esta corporación ha seguido en esencia esta idea fundacional de paso por las iglesias y conventos.La ceremonia del Descendimiento fue asumida por la cofradía de Nuestro Padre Jesús Nazareno y con ella la procesión del traslado del sepulcro. Consta que en febrero de 1600 se tomo el acuerdo de que los cofrades asistiesen al Descendimiento de la Cruz y llevasen a cado el traslado de la imagen al sepulcro, germen de la prosecion actual del Santo Entierro. Aunque en un principio la ceremonia del Descendimiento se efectúa en el Coso, en 1604 se decide hacerla junto a la Ermita de Nuestra Señora del Valle en el sitio llamado por ello el Calvario. Allí, según documentación municipal, la Ciudad acudía formada en seguimiento de la Cruz de la parroquia y eclesiásticos que le acompañaban. En ese lugar, se instalaba un palenque con bancos es su interior, cuyas primeras filas eran ocupadas por la Ciudad, el clero regular y secular y demás personal principales. Un predicador desde el pulpito predicaba el pregón del Descendimiento. Ya en 1602 en los tratados entre la cofradía y los religiosos, se citan las dos procesiones: la de mañana y la de la tarde.En 1603 se da a conocer la confraternidad de esta corporación del Viernes Santo lucentino con la archicofradía de la Santa Resurrección, sita en el hospital romano de los Españoles. Asimismo, la cofradía da el visto bueno al ingreso en ella de las mujeres. En 1669 se acuerda que los principales cultos internos se hagan en la Pascua de Resurrección.A mediados del siglo XVII la cofradía adquiere una capilla en el nuevo templo que construyeron los dominicos en el mismo emplazamiento. Esta capilla se encontraba situada en la nave de la epístola entre las puertas principales, bajo la espadaña. En 1711 adquiere la corporación nazarena dos cosas de la calle Curados con la finalidad de incorporar un solar a la iglesia conventual dominica y edificar sobre el una capilla para colocar en ellas las imágenes de la archicofradía. Esto implicaba la abertura de un arco en la capilla de Santa Catalina, colateral de la epístola. El citado proyecto, aceptado en un principio por la comunidad dominicana, desemboco en tensiones entre los frailes y archicofradía. Para la mayor garantía en la terminación de la obra, a propuesta del interior prior dominico, se nombra en 1762 patrono de la nueva capilla al hermano mayor, Antonio Rafael de Mora Pacheco y Saavedra, una de las figuras claves de la historia de la corporación nazarena lucentina. Dicho patrono había sido aceptado por la archicofradía en 1758 en busca de una mayor indecencia los frailes. Antonio Rafael muro en 1783 sin ver concluida la capilla. Ante el incumplimiento de sus disposiciones continuas délas obras por parte de su hijo, Juan Maria de Mora y Salcedo, la archicofradía puso pleito contra este. La Chancillería de Granada en 1797 separo a Juan Maria del patrono de la capilla y mando que pagase a la archicofradía 20.000 rs., cantidad que se dedico invertir en la continuación de la obra de la capilla. Esta no se daría por totalmente concluida hasta 1844. En 1987 se amplia esta capilla sobre solar, cedido del obispado, del crucero del derruido templo de San Pedro Mártir. En 1763, siendo hermano mayor Antonio Rafael de Mora y Saavedra, se acuerda celebrar todos los años el Viernes Santo por la mañana, en la Plaza Nueva, El Paso, como hacia en Málaga y otros lugares. De este acto formaba parte una representación dramática con las imágenes. La Verónica limpiaba el rostro de Nuestro padre y recibía al igual que la Magdanela y San Juan la bendición de Nuestro Padre. San Juan tras ser bendecido por Jesús, iba a recoger a la Virgen para la despedida del Hijo. La ceremonia se llevo acabo con variantes. También tenía lugar en la Plaza Nueva el pregón del Ángel y el Judío, referentes, respectivamente, a la justicia de Dios Padre a la de Pilatos. Todo este aparato dramático sucumbió ante las ideas ilustradas del episcopado en el primer tercio del siglo XIX. Hoy nos queda como recuerdo y simplificamos de todo ello la bendición de Nuestro Padre al pueblo. Hay constancia de la participación en el desfile procesional de Nuestro Padre Jesús Nazareno de una persona revestida de cireneo. Suprimida la figura humana del cireneo a principios del ochocientos, se trata de sustituir por una imagen de talla, cambio que no llego a consolidarse.La procesión de la tarde esta básicamente establecida en la segunda mitad del siglo XVIII y relacionada con la ceremonia, ya tratada del desprendimiento. Primero iba la Santa Cruz, después la penitencial, a continuación el Santo Sepulcro, seguido de los atributos de pasión, luego la Hermandad de la Caridad y detrás la Virgen. Cerraban el cortejo la Cruz parroquial, comunidades regulares, clero secular y Ciudad, por este orden, Hoy en líneas generales sigue igual.En los comedíos del seiscientos, al igual que en la cofradía de la Veracruz, se consagra la figura del cuadrillero, con el encargo de cobrar las contribuciones de los hermanos que componían su cuadrilla –anteriormente- llamada escuadra, así como el de citarlos para la participación en los actos de hermandad. En los documentos de esta época, se hace referencia a la compañía de soldados que salía anualmente en la procesión.La Semana Santa Lucentina es claramente nazarenocentrica, pues Nuestro Padre Jesús Nazareno es la imagen pasionista de mayor y más constante devoción en Lucena.Este fenómeno devocional se ha traducido en la realización de procesiones de rogativas en momentos difíciles de la Historia de Local con la sagrada efigie de Nuestro Padre. Citaremos, como muestras, la efectuada en 1795 con motivo de la guerra con los franceses; por la sequía de 1834, y a consecuencia de la epidemia gripal en 1918.Tras el hundimiento de parte de la bóveda se San Pedro Mártir, donde se encontraban los tronos, dejan de salir en la segunda mitad de los sesenta del presente siglo las imágenes secundarias de la Archicofradía: La Santa Mujer Verónica, Santa Maria Magdalena, San Juan y además de la Santa Cruz. El discípulo amado se reincorpora al Viernes Santo en 1980. Las demás imágenes y la Santa Cruz en 1989.El 7 de de diciembre de 1993, un incendio provocado en la capilla de la archicofradía, por dos menores tubo como consecuencia la destrucción de la imagen de Nuestra Señora del Socorro, que fue sustituida en 1994 por la imagen actual. En 1995 y 1996 se bendicen, respectivamente, las nuevas imágenes de la Santa Mujer Verónica y Santa Maria Magdalena.Desde 1991 celebra anualmente pregón de Nuestro Padre Jesús Nazareno. El maestro Fernando Chicano Muñoz, compuso en 1988 la marcha Santería y Penitencia dedicada a Nuestro Padre Jesús y en 1995 Virgen del Socorro. Hay que decir que todos los Viernes del año se celebra en el llanete de la capilla un miserere en honor a Nuestro Padre y que en cuaresma es presidido por Hermandad de Tambores de Lucena. En 1999 celebro el IV centenario, con una Gran Mayoría de actos que pusieron una vez más de manifiesto el poder de convocatoria de esta imagen tan singular imagen de Nuestro Padre, los actos del IV se cerrando con la Visita durante una semana de Nuestra Patrona Maria Santísima de Araceli.

2 comentarios:

  1. Hace unos años el instituto de lo dejo pelao to se cargo la encarnadura morena y llena de matices de jesus dejandolo mas blanco que un ingles pero lo hicieron baratito, que poco gusto y respeto.

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  2. Tienes toda la razon anonimo en Lucena no gusta aunque de cara a la galería se callan, esta plano e incluso hay quien dice que no es el mismo. Yo escuche que habian cobrado casi 30.000 euros. Luego hay versiones que no entienden que dicen que lo han limpiado. Que pena que ocurra esto los supuestos expertos son los que mas obras se cargan.

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